Alten castiga a los trabajadores con reducción de jornada

Hola a todos/as.

A medida que crecemos nuestras circunstancias personales van cambiando, unas veces complicándose, otras no. Pero una de las circunstancias que más frecuentemente se da es el casarse y tener hijos. La familia es, junto al trabajo, uno de los pilares en los que se basa nuestra sociedad. Para protegerla, para que se desarrolle de una manera sana, no alienada, en los últimos años se han dictado leyes con el objetivo de conciliar vida familiar y trabajo.

En muchas empresas esas leyes se cumplen, e incluso desde la dirección se apoya a través de medidas como el cheque guardería, ayuda a la lactancia, la flexibilidad de horarios o incluso el teletrabajo.

Pero no en Alten.

Al contrario que en una empresa que tienda a la modernidad, en Alten el tener familia supone una carga. El sólo hecho de intentar informar a la empresa de esa voluntad (dejar de trabajar una fracción de su jornada, y con ello perder una parte de su sueldo, para dedicarse a cuidar de su hijo) ha supuesto en numerosas ocasiones problemas o trabas para el trabajador: les han negado el derecho a ejercer esa reducción, la empresa han intentado decidir la manera de ejercerlo, o incluso no les han querido sellar el recibí de la comunicación de reducción. Se trata de simples ejemplos de trabajadores que se han dirigido a la Sección Sindical de CC.OO. Todos denotan una clara política de Alten: no quiere trabajadores con familia, y mucho menos con hijos; sólo quiere que trabajemos, y si hacemos horas extras (la empresa, antes de mentar esas palabras usa diversos eufemismos, como ‘pequeños esfuerzos’ o ‘arrimar el hombro’) gratis, mejor.

Alten parece no comprender que se trata de un derecho completamente legal, ya perfectamente integrado y comprendido (y casi ‘sagrado’) en otros sectores. La manera de pensar de Alten es poco menos que decimonónica. Tampoco parece Alten querer darse cuenta de que cuando un trabajador informa de que va a empezar a dedicar unas horas de su jornada, esas horas se las descuentan de nómina. De igual manera Alten no quiere ser consciente de que al tomar esa reducción de jornada la calidad del trabajo del trabajador no se reduce: sus capacidades y conocimientos laborales no merman, siguen ahí.

En Alten tener hijos supone arriesgarse a ser castigado por la empresa. ¿Cómo lo hace? Quitándole los tickets (o tarjeta) de comida. Parece que desde la dirección de Alten piensan que un trabajador, al dedicar una parte de la jornada laboral a cuidar de su hijo manteniéndose el resto de jornada trabajando para la empresa, dejara de tener la necesidad de comer como cualquier otro día. A muchos trabajadores que se han encontrado ante esta tesitura la empresa les ha dicho que con su nueva condición entran a estar de ‘manera permanente’ en jornada continua. ¿Acaso no comemos el resto de trabajadores en dicha jornada, para lo cual la empresa nos da tickets? A los trabajadores ‘pesados’ que insisten en su derecho a tickets y preguntan que porqué se los han quitado la empresa emplea el método de marear verbalmente, buscando el cansancio o hartazgo del trabajador. Ha habido casos en los que la empresa primero ha dicho que en el Estatuto de los Trabajadores pone que con la reducción de jornada se pierden. Luego se ha desdicho y argumentado que eso está indicado en el Convenio. Más tarde con que no viene en ese, pero que ha habido un malentendido… Y nunca da respuesta alguna por escrito. Pero no hay tickets.

Se trata sólo de castigar a los empleados díscolos que desean acogerse a ese derecho, y amedrentar a los que hay en su entorno para no se les pase por la cabeza imitarles. Porque en Alten está mal visto tener hijos, y peor visto reducirse la jornada para cuidarlos. Alten ha demostrado ser una empresa retrógrada en lo relativo a derechos por la conciliación de lo laboral con lo familiar.

Con vuestro apoyo podemos intentar que eso cambie, que Alten se acople a los tiempos que corren y se ajuste a la legalidad vigente.

Desde la Sección Sindical CC.OO. queremos hacernos eco de estas situaciones para que lleguen al conocimiento de toda la empresa. Tenemos constancia documental de que la empresa hace oídos sordos a esta situación si se dirigen a ella los empleados uno a uno: les marea con ‘digo y dijes’, llevándoles de una persona a otra, nunca aclarando nada. El departamento de RR.HH. no da ninguna respuesta, entendemos que por presión de la dirección o la asesoría legal. Pero desde ya os animamos a todos los que os sintáis discriminados por querer cuidar de vuestros hijos a dirigiros a nosotros: hay salida a esta situación mediante una denuncia. Dicha denuncia os la podemos llevar a cabo a través del sindicato. Cada caso particular será estudiado por nuestro gabinete jurídico, que os orientará y preparará la documentación para cómo exigir y recuperar lo que se os ha quitado.

Porque en Alten cuidar de un hijo no debe suponer un castigo. Hay que luchar por que la empresa no discrimine a los padres y madres.

Un saludo.

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